"Todo miembro de ASTM tiene derecho a votar en todos los ítems de examen de la sociedad, así como en cada votación de un comité y subcomité al que el miembro pertenece". Esa es la reglamentación que respalda esta parte integral del desarrollo de estándares: el proceso de votación.

Y lo más importante: el acto de votar le da a cada miembro la oportunidad de ayudar al avance de un estándar en su camino hacia el uso en el mercado, o de detenerlo con un voto negativo. El voto también proporciona una manera de hacer comentarios que ayuden a perfeccionar un estándar en su próxima iteración. El voto es su voz en otro paso del proceso de consenso.

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